quinta-feira, 31 de maio de 2012

"Seu Brasil... Mr. Brazil..."

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Copiado de:
http://www.facebook.com/OOMelhorDoFace
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Com o seguinte texto:
"Tirei essa foto hoje em uma livraria aqui da cidade. O senhor, um provável morador de rua estava se divertindo de boa na lagoa lendo um livro aleatório de literatura da estante, com alguma dificuldade, acompanhando as palavras e as formando aos poucos com os lábios, balbuciando algumas sílabas como vocês podem ver.
Em poucos minutos dois seguranças chegaram andando com pressa acompanhados do gerente, pegaram-no pelo braço e o carregaram para fora à força. O senhor não reagiu, só baixou a cabeça e foi chorando até a rua. Fui atrás, com pena, e pude vê-lo encostar em um muro, sentar no chão e continuar chorando em posição fetal.
Acho que isso realmente é uma coisa pra se compartilhar, se fosse alguma vadia de 13 anos chorando porque queria um cara pra come-la , todos compartilhariam e achariam bonitinho."
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sábado, 26 de maio de 2012

Sobre Hipatia y la Biblioteca de Alejandría


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"Sobre Hipatia y la Biblioteca de Alejandría---"

Carl Sagan...
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trazido de:
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El último científico que trabajó en la Biblioteca fue una matemática, astrónoma, física y jefe de la escuela neoplatónica de filosofía: un extraordinario conjunto de logros para cualquier individuo de cualquier época. Su nombre era Hipatia. Nació en el año 370 en Alejandría. Hipatia, en una época en la que las mujeres disponían de pocas opciones y eran tratadas como objetos en propiedad, se movió libremente y sin afectación por los dominios tradicionalmente masculinos. Todas las historias dicen que era una gran belleza. Tuvo muchos pretendientes pero rechazó todas las proposiciones matrimoniales.
La Alejandría de la época de Hipatia —bajo dominio romano desde hacía ya tiempo— era una ciudad que sufría graves tensiones. La esclavitud había agotado la vitalidad de la civilización clásica. La creciente Iglesia cristiana estaba consolidando su poder e intentando extirpar la influencia y la cultura paganas. Hipatia estaba sobre el epicentro de estas poderosas fuerzas sociales. Cirilo, el arzobispo de Alejandría, la despreciaba por la estrecha amistad que ella mantenía con el gobernador romano y porque era un símbolo de cultura y de ciencia, que la primitiva Iglesia identificaba en gran parte con el paganismo. A pesar del grave riesgo personal que ello suponía, continuó enseñando y publicando, hasta que en el año 415, cuando iba a trabajar, cayó en manos de una turba fanática de feligreses de Cirilo. La arrancaron del carruaje, rompieron sus vestidos y, armados con conchas marinas, la desollaron arrancándole la carne de los huesos. Sus restos fueron quemados, sus obras destruidas, su nombre olvidado. Cirilo fue proclamado santo.
La gloria de la Biblioteca de Alejandría es un recuerdo lejano. Sus últimos restos fueron destruidos poco después de la muerte de Hipatia. Era como si toda la civilización hubiese sufrido una operación cerebral infligida por propia mano, de modo que quedaron extinguidos irrevocablemente la mayoría de sus memorias, descubrimientos, ideas y pasiones.
"Consiguió tal grado de cultura que superó de largo a todos los filósofos contemporáneos. Heredera de la escuela neoplatónica de Plotino, explicaba todas las ciencias filosóficas a quien lo deseara. Con este motivo, quien quería pensar filosóficamente iba desde cualquier lugar hasta donde ella se encontraba"
Hipatia, fue una filósofa y maestra neoplatónica griega, natural de Egiptoque destacó en los campos de las matemáticas y la astronomía, miembro y líder de la Escuela neoplatónica de Alejandría a comienzos del siglo V. Seguidora de Plotino, cultivó los estudios lógicos y las ciencias exactas, llevando una vida ascética. Educó a una selecta escuela de aristócratas cristianos y paganos que ocuparon altos cargos, entre los que destacan el obispo Sinesio de Cirene —que mantuvo una importante correspondencia con ella—, Hesiquio de Alejandría y Orestes, prefecto de Egipto en el momento de su muerte.
Hija y discípula del astrónomo Teón, Hipatia es la primera mujer matemática de la que hay un conocimiento razonablemente seguro y detallado. Escribió sobre geometría, álgebra y astronomía, mejoró el diseño de los primitivos astrolabios —instrumentos para determinar las posiciones de las estrellas sobre la bóveda celeste— e inventó un densímetro
Hipatia murió a una edad avanzada, 45 ó 60 años (dependiendo de cuál sea su fecha correcta de nacimiento), linchada por una turba de cristianos. Su asesinato se produjo en el marco de la hostilidad cristiana contra el declinante paganismo y las luchas políticas entre las distintas facciones de la Iglesia, el patriarcado alejandrino y el poder imperial, representado en Egipto por el prefecto Orestes, ex alumno de la filósofa. Sócrates Escolástico, el historiador más cercano a los hechos, afirma que la muerte de Hipatia fue causa de "no poco oprobio" para el patriarca Cirilo y la iglesia de Alejandría y fuentes posteriores, tanto paganas como cristianas, le achacan directamente el crimen, por lo que muchos historiadores consideran probada o muy probable la implicación de Cirilo, si bien el debate al respecto sigue abierto.
Su carácter singular de mujer entregada al pensamiento y la enseñanza en plena Tardoantigüedad, su fidelidad al paganismo en el momento de auge del catolicismo teodosiano como nueva religión del Estado romano, y su muerte a manos de cristianos le han conferido gran fama. La figura de Hipatia se ha convertido en un verdadero mito: desde la época de la Ilustración se la presenta como a una "mártir de la ciencia" y símbolo del fin del pensamiento clásico ante el avance del Cristianismo.No obstante, en la actualidad se destaca que su asesinato fue un caso excepcional y que, de hecho, la escuela neoplatónica alejandrina, progresivamente cristianizada, floreció hasta pleno siglo VII.
Por su parte, los movimientos feministas la han reivindicado como paradigma de mujer liberada, incluso sexualmente, aunque, según la Suda(La Suda es una gran enciclopedia bizantina, de carácter histórico, acerca del mundo mediterráneo antiguo, escrita en griego en el siglo X por eruditos bizantinos) estuvo casada con otro filósofo —llamado Isidoro— y se mantuvo virgen.También se la ha asociado con la Biblioteca de Alejandría, si bien no hay ninguna referencia que vincule a ambas: se cree que la Gran Biblioteca ptolemaica desapareció en un momento incierto del siglo III, o quizá del IV, y su sucesora, la Biblioteca-hija del Serapeo, fue expoliada en 391. Según las fuentes, Hipatia enseñaba a sus discípulos en su propia casa.


Según el filósofo pagano del siglo VI Damascio, la maestra alejandrina era "de naturaleza más noble que su padre, y no se conformó con el saber que viene de las ciencias matemáticas, en las que había sido introducida por él, sino que se dedicó a las otras ciencias filosóficas con mucha entrega". Hipatia aprendió también sobre la historia de las diferentes religiones que se conocían en aquel entonces, sobre oratoria, sobre el pensamiento de los filósofos y sobre los principios de la enseñanza. Viajó a Atenas y a Roma, siempre con el mismo afán de aprender y de enseñar.
Damascio refiere una anécdota que ilustra la actitud de Hipatia ante el sexo: cuando un discípulo le confesó que estaba enamorado de ella, la filósofa le arrojó un paño manchado con su sangre menstrual, espetándole: "De esto estás enamorado, y no tiene nada de hermoso".
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En torno al año 400 la filósofa se había convertido en líder de los neoplatónicos alejandrinos, y, de acuerdo a la Suda se dedicó a la enseñanza, centrándose en las obras de Platón y Aristóteles. La casa de Hipatia se convirtió en un centro de instrucción donde acudían estudiantes de todas partes del mundo romano, atraídos por su fama. Entre sus alumnos había cristianos, como por ejemplo su alumno predilecto, Sinesio de Cirene (con posterioridad obispo de Ptolemaida entre 409 y 413), perteneciente a una familia rica y poderosa, que mantuvo una gran amistad con su maestra
Este personaje dejó escrita mucha información sobre Hipatia, y gracias a él conocemos sus obras, aunque ninguna se haya conservado cabe indicar que sus alumnos fueron un grupo muy unido de aristócratas paganos y cristianos, algunos de los cuales desempeñaron altos cargos Hipatia despertó devoción en sus discípulos: en la carta 16 de su epistolario la saludaba como "madre, hermana y profesora, además de benefactora y todo cuanto sea honrado tanto de nombre como de hecho".
Los filósofos neoplatónicos como Hipatia pronto fueron objeto de fuertes presiones. Algunos se convirtieron al cristianismo, pero Hipatia no consintió en ello, a pesar de los consejos de sus amigos, como Orestes, prefecto augustal y alumno suyo, que se había bautizado en Constantinopla antes de ir a desempeñar su cargo en Egipto. A pesar de su paganismo, Hipatia contó con la estima y protección de estas élites intelectuales cristianas, e incluso 120 años después de su muerte el historiador Sócrates Escolástico, muy valorado por su imparcialidad la consideraba, a pesar de su religión, un "modelo de virtud".
Se supone que fue entonces cuando fue saqueada, o al menos vaciada, la biblioteca de este último, sucesora de la gran Biblioteca de Alejandría. En 416, el teólogo e historiador hispanorromano Paulo Orosio vio con mucha tristeza sus restos, afirmando que «sus armarios vacíos de libros fueron saqueados por hombres de nuestro tiempo». Hipatia evitó enfrentarse con Teófilo, cuyo gran enemigo fue el antioqueno Juan Crisóstomo, discípulo del rétor pagano Libanio y patriarca de Constantinopla, quien pretendió someterle a su autoridad Teófilo obtuvo su gran victoria sobre Crisóstomo en el Sínodo de la Encina, en 403, logrando su deposición y exilio
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En plena Cuaresma, un grupo de fanáticos, dirigidos por un lector de nombre Pedro, se abalanzó sobre la filósofa mientras regresaba en carruaje a su casa, la golpearon y la arrastraron por toda la ciudad hasta llegar al Cesáreo, magno templo edificado por Augusto tras su victoria sobre Marco Antonio y convertido en catedral de Alejandría. Allí, tras desnudarla, la golpearon con tejas hasta descuartizarla y sus restos fueron paseados en triunfo por la ciudad hasta llegar a un lugar denominado el Cinareo (por su nombre, se supone que un crematorio), donde los incineraron. Aunque sigue sin estar claro si su edad era de 45 ó de 60 años
La muerte de Hipatia levantó un gran revuelo. Tras el cruel asesinato, Orestes informó de los hechos y pidió a Constantinopla que interviniera. La Suda afirma que el emperador Teodosio II quiso en principio castigar a Cirilo, tanto por justicia como por ser un gran protector de las enseñanzas filosóficas (cuya propia esposa, Eudocia, era una filósofa de origen ateniense) pero, a la postre, la reacción imperial se limitó a retirar al Patriarca los 500 monjes que le servían como guardia, lo que ha llevado a algunos historiadores a suponer que fueron éstos y no el populacho mencionado en todas las fuentes, los responsables del asesinato de la filósofa. La medida fue sin embargo rescindida al cabo de dos años, permitiéndose además aumentar su número a 600.
Según todas las fuentes, el asesinato de la filósofa fue un crimen oprobioso para los cristianos y redujo la influencia política del patriarcado alejandrino. Tras la muerte de Hipatia, sus relaciones con la Corte Imperial se suavizaron y la veneración hacia el monje Amonio desapareció, ya que los mismos alejandrinos reconocían que había merecido la muerte por su atentado y no por haber sido obligado a renegar de Cristo. Cirilo no pudo impedir que su rival doctrinal, Nestorio, gozara del favor imperial y fuera elegido Patriarca de Constantinopla en 428, pero logró finalmente su deposición en el Concilio de Éfeso de 431. Convertido en uno de los personajes más influyentes de la Iglesia, a su muerte en 444 fue declarado santo y es considerado uno de los Doctores de la Iglesia debido a su extensa obra doctrinal.
Ninguna de sus obras se ha conservado, pero se conocen gracias a sus discípulos, como Sinesio de Cirene o Hesiquio de Alejandría, el Hebreo.
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*Comentario a la Aritmética en 14 libros de Diofanto de Alejandría.
*Canon astronómico
*Comentario a las Secciones cónicas de Apolonio de Perga, su obra más importante
*Tablas astronómicas: revisión de las del astrónomo Claudio Tolomeo, conocida por su inclusión en el Canon astronómico de Hesiquio.
*Edición del comentario de su padre a Los Elementos de Euclides
*Además de cartografiar cuerpos celestes, confeccionando un planisferio, también se interesó por la mecánica. Se sabe que inventó un destilador, un artefacto para medir el nivel del agua y un hidrómetro graduado para medir la densidad relativa y gravedad de los líquidos, precursor del actual aerómetro,
** A comienzos del siglo XVIII, el erudito deísta John Toland usó su muerte como base para un extenso panfleto anticatólico titulado "Hipatia, o la historia de una de las damas más hermosas, virtuosas, cultas y distinguidas en todos los aspectos; que fue despedazada por el clero de Alejandría para satisfacer el orgullo, la envidia, y la crueldad de su arzobispo, común pero inmerecidamente llamado San Cirilo, donde la califica de "encarnación de la belleza y el saber", sosteniendo que los varones deberían "avergonzarse para siempre de que pudiera encontrarse entre ellos alguien tan brutal y salvaje como para, en lugar de embriagarse con la admiración de tanta belleza y sabiduría, manchar sus manos de la manera más bárbara con la sangre de Hipatia, y sus almas impías con el estigma de haber cometido un crimen sacrílego".
** El escritor británico Charles Kingsley realizó en 1853 una pintoresca novela de ficción titulada Hypatia, or New Foes with an Old Face, que retrató a la erudita, en realidad casi anciana al morir, como una joven "heroína desvalida, pretenciosa y erótica", que encarnaba "el espíritu de Platón y el cuerpo de Afrodita" (sic). La filósofa presenta en la novela un odio visceral por el cristianismo y es correspondida por el envidioso y despótico Cirilo, que trata de sabotear sus clases. El prefecto Orestes, un intrigante dipsómano, involucra a la filósofa en sus ambiciones al trono imperial, proponiéndole matrimonio. Hipatia se acaba desengañando de él a medida que crece el conflicto entre el obispo y el prefecto, y acaba por sufrir una crisis espiritual justo antes de su asesinato, siendo convertida por un cristiano judío llamado Rafael Aben-Ezra. La idea central es la de Hipatia como icono de un mundo de armonía clásica que se desvanece ante el avance de una religión supersticiosa que esclaviza la razón.*
** .En la aventura Fábula de Venecia (1977), del personaje de cómic Corto Maltés, creado por Hugo Pratt, Hipatia aparece presidiendo un salón intelectual en la Italia pre-fascista, como uno de los característicos anacronismos de esta serie de cómics.
** Mario Luzi publicó en 1978 un drama titulado Libro de Ipazia, insistiendo en la tragedia de la filósofa como símbolo de la decadencia irreversible del mundo clásico, y desde una interpretación cristiana, su muerte no es resultado de la nueva Fe, sino de la malignidad y el crimen inherentes a las multitudes.
** La artista feminista Judy Chicago incluyó a Hipatia en la Primera Ala de su instalación "The Dinner Party" (1979).
** Hay dos importantes revistas feministas que deben su nombre a la filósofa alejandrina: Hypatia: Feminist Studies, publicada en Atenas desde 1984, e Hypatia: A Journal of Feminist Philosophy, publicada desde 1986 . Esta última publicó dos años después un artículo de la poetisa y novelista Ursule Molinaro m. En el mismo la virgen Hipatia es considerada una mujer sin contención sexual, amante de Orestes, y es precisamente esta conducta desinhibida la que lleva al envidioso y reprimido Cirilo a ordenar su asesinato. Molinaro afirma que su muerte señaló "el fin de una época en que todavía se valoraba a las mujeres por su inteligencia", y que el Cristianismo limitó la libertad de pensamiento e impuso a las mujeres un modelo de conducta "basado en la sumisión y desprovisto de placer".
** En 1988 el novelista alemán Arnulf Zitelmann publicó otra novela más acerca de la filósofa alejandrina, "mártir de la misoginia", abundando en los tópicos más negros del oscurantismo clerical.
**Hypatia Cade, niña prodigio y personaje principal de la novela de ciencia-ficción "The Ship Who Searched" (1992), de Mercedes Lackey y Anne McCaffrey, debe su nombre a la célebre filósofa.
** En 1996 María Dzielska, catedrática de Historia Antigua en la Universidad Jagellónica de Cracovia, publicó un extensa biografía, Hipatia de Alejandría, intentando establecer la verdad de los hechos narrados por las fuentes y el mito construido en torno a ellos, que en su opinión mezcla la realidad histórica con la más grosera falsedad.
** La obra teatral experimental The Five Hysterical Girls Theorem (El teorema de las cinco chicas histéricas), de Rinne Groff (2000) presenta a un personaje llamado Hypatia que vive en silencio, temiendo sufrir el destino de su tocaya.
**Baudolino, protagonista de la novela homónima de Umberto Eco (2000), encontró una sociedad aislada de mujeres parecidas a sátiros, todas las cuales se llamaban Hipatia.
** La serie de novelas de los "Herederos de Alejandría" (2003 - ) escrita por Mercedes Lackey, Eric Flint y Dave Freer, incluye referencias ficticias a la conversión de Hipatia al cristianismo y su correspondencia subsecuente con Juan Crisóstomo y San Agustín.
** Melanta, protagonista de la novela La perra de Alejandría (2003) de Pilar Pedraza, es una filósofa neoplatónica alejandrina modelada sobre el personaje de Hipatia.
** Hypatia es el nombre de una 'mentenave' (la computadora de una nave espacial), construida a semejanza de la Hipatia real, en The Boy Who Would Live Forever (2004), una novela de la serie Heechee, de Frederik Pohl.
Remembering Hypatia, de Brian Trent (2005), novela de nuevo su vida y muerte.
** Hypatia es un personaje recurrente en la serie de ficción juvenil Danger Boy, de Mark London Williams, en la que tiene un destacado papel su ficticia hija adolescente, Thea.
** Hypatia Sans Pro es un tipo de letra llamado así en su honor.
** El escritor egipcio Yusuf Zaydan publicó en 2008 una novela titulada Azazil Riwayah sobre un monje egipcio en un período en que "los cristianos solían tiranizar a los paganos y demoler sus templos" (sic), en la cual la muerte de Hipatia desempeña un papel fundamental. El libro ha sido muy criticado por la comunidad cristiana de Egipto.
**Ágora, película escrita y dirigida por Alejandro Amenábar, trata sobre la vida de Hipatia, sobre un esclavo de Hipatia que se enamora de ésta y sobre las revueltas religiosas en Alejandría.
** Hypatia y la eternidad (2009), de Ramón Galí es una novela que combina historia y ciencia-ficción, con Hipatia de Alejandría como protagonista. En ella, la sabia alejandrina resucita tras ser asesinada, introduciéndose en las mentes de los personajes más influyentes de otra historia alternativa.
** Hipatia de Alejandría. Un equipo plural de científicas desvela la verdad sobre la primera mujer de ciencia (2009) de Carmen García, Laura Ruiz, Lídia Puigvert y Lourdes Rué.
** Las Rimae Hypatia, tras el cráter Moltke .El asteroide (238) Hypatia (descubierto en 1884) y el cráter lunar Hipatia fueron bautizados en su honor.
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sexta-feira, 25 de maio de 2012

"A Benção, Tia Amélia!"


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Trazido de "A Benção, Tia Amélia!"
de Laura Macedo, em 21 janeiro 2011, às 20:00
sítio: http://blogln.ning.com/profiles/blogs/a-bencao-tia-amelia .
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Amélia Brandão Néri (Tia Amélia)
*25/5/1897 Jaboatão, PE
+18/10/1983 Goiânia, GO
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Na Livraria Cultura de Fortaleza (CE) - onde estive recentemente –, passei horas de absoluto lazer/prazer entre discos e livros. Lançado em 2008 o livro “Vinicius de Moraes – Samba Falado (crônicas musicais)”, organizado por Miguel Jost, Sérgio Cohn e Simone Campos, foi uma das surpresas agradáveis deste meu “tour” cultural, já que na época do lançamento passei em brancas nuvens.
 A crônica “A Benção, Ti’Amélia” é uma das integrantes do referido livro e foi escrita por Vinicius de Moraes, em 26 de julho de 1953, a qual transcrevo abaixo. Em casa desses queridos Cattan – Ligia e Dreyfus – que eu colocaria facilmente entre os dez melhores anfitriões do Rio, pela simpatia e calor com que recebem, a sexta-feira 9 de julho adquiriu para mim uma significação toda especial, graças à presenças, entre tantos artistas e mulheres bonitas, de uma senhora a se aproximar dos 70, cuja severa beleza lembra os velhos medalhões imperiais: uma nobre cabeça emoldurada de prata e servida por uns olhos e um sorriso ainda moços e participantes.
Quero referir-me a Dona Amélia Brandão, ou melhor: Tia Amélia – e aqui peço respeitosamente a minha inscrição entre o rol de seus sobrinhos, pois já a considero mais tia minha que muitas que andam por aí. Deve-se a presença de Tia Amélia no Rio à inteligência e espírito público dessa encantadora Carmélia Alves que, numa tournée por Goiás, conheceu-a em Goiânia, onde une as prendas de figura da sociedade local às de emérita professora de piano.
Mas o que Tia Amélia é mesmo de fato é artista: artista com o largo instinto criador do boêmio, como todos os seus sobrinhos presentes naquela sexta-feira, entre os quais as figuras de Bené Nunes, Antônio Maria, Mello Moras, Bororó, Luiz Bonfá e Reinaldo Dias Leme.
Carmélia Alves tinha um avião a pegar, depois de muitos saraus em casa de Tia Amélia, e o que aconteceu foi o seguinte: Tia Amélia pegou o avião com ela.



Qual o truque de Tia Amélia, me perguntarão.
E eu vos direi, no entanto, que para ouvi-la eu percorreria facilmente um continente.
Como fiz em 1949, nos Estados Unidos, para ouvir o grande clarinetista negro George Lewis, que tocava por um dia em Nova Orleans.
Pois a verdade é que Tia Amélia é uma ressurreição de Chiquinha Gonzaga com bossas novas.
 Tia Amélia só tocava clássicos. Sim, esteve nos Estados Unidos, deu concertos, fez tudo o que manda o figurino.
Mas – disse-me ela – parecia-lhe que abrasileirava um pouco os clássicos que executava.
Seu Chopin não era necessariamente Chopin: era Chopin de Nazareth, ou melhor, Chopin Brandão. Só então percebeu que seu destino não era só de interpretar, mas o de criar música brasileira.
Pós-se a compor choros e valsas, que nunca foram postos em pauta e só agora foram batizados, pois ela os designa apenas pela cronologia de sua criação, ou por uma lembrança qualquer ligada a eles.
 Tia Amélia designa algumas de suas composições como “choros clássicos”.
De fato. Há no equilíbrio do complexo melódico, na sabedoria instintiva da harmonização, na unidade íntima das partes musicais, linhas bastante puras para que se as possa classificar como tal; isso, aliado à tristeza congênita, ao dengue malemolente, ao repicado brejeiro que dá ao chorinho a sua feição tão brasileira e assegura-lhe um caráter imortal dentro da nossa música semi-erudita e popular.
 Estou certo que os choros de Tia Amélia – que a Continental teve a feliz ideia, que é também um acontecimento musical, de por num LP – tocarão não só aqueles ligados à saudade de um tempo de que se fez música assim, como o da gente mais nova, em que as influências estrangeiras e as sofisticações do momento vão destruindo as características brasileiras mais tradicionais.
Pois os choros de Tia Amélia transmitem as coisas mais profundamente simples: as coisas do coração. Em 1980, aos 83 anos realizou a sua última gravação, pelo selo Marcus Pereira, com o LP "A Benção Tia Amélia", interpretando 12 composições inéditas, entre valsas e choros.
 01 - Choro Serenata (Tia Amélia)
 02 - Mosquita (Tia Amélia)
 03 - Choro Para Minha Filha (Tia Amélia)
 04 - Parabéns Pra Você Zé (Tia Amélia)
 05 - Maestríssimo Cipó (Tia Amélia)
 06 - Bilhete Para Arnaldo Rebello (Tia Amélia)
 07 - Conversando Com Minha Irmã (Tia Amélia)
 08 - Medalha Com G (Tia Amélia)
 09 - Choro Para Fernanda (Tia Amélia)
 10 - Maria Alice (Tia Amélia)
 11 - Penazziando (Tia Amélia)
 12 - Para Meus Netos Bisnetos e Tetraneta (Tia Amélia)

 Na ocasião, recebeu calorosa crítica do jornalista José Ramos Tinhorão, que sobre ela, escreveu: "Assim, quando se ouve o som atual de Tia Amélia, pode-se dizer que é toda a história do piano popular brasileiro que soa em sua interpretação".

Vale a pena conhecer mais sobre a vida e obra de Tia Amélia. Para os interessados deixo dois links: Memorial da Fama e Dicionário Cravo Albin.



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 Fontes:
Livro:
- "Vinicius de Moraes – Samba Falado (crônicas musicais)", de Miguel Jost, Sérgio Cohn e Simone Campos (Org.). – Rio de Janeiro: Ed. Beco do Azougue, 2008.
 Sites:
- Dicionário Cravo Albin; Loronix; Instituto Moreira Salles; Memorial da Fama. .

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Extraído de "Todos os dias para elas"
de Sabbahana Cavalcanti em 08/03/2012 

sítio: http://www.tvjaboatao.com.br/blog/62
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"Marcada pela conquista, Jaboatão dos Guararapes também é referência nesse espaço de mulheres que influenciaram o estado pernambucano em diversos aspectos, inclusive no âmbito cultural.
Maria Amélia Brandão Nery, mais conhecida como Amélia Brandão, é uma delas.
Nascida no município, a talentosa instrumentista e compositora, desde criança, sempre se interessou pela música e aos doze compôs a valsa Gratidão.
Casou-se com um rico fazendeiro, enfrentou sérios problemas financeiros – o que foi a causa do colapso do seu marido, que veio a falecer.
Teve que vender tudo o que tinha, incluindo seu bem mais precioso: o piano.
Mas sua carreira começou a alavancar depois de um recital de caridade. Trabalhou em diversas rádios, e emissoras.
Tia Amélia, nome dado carinhosamente por Roberto Carlos, foi a segunda mulher mais importante do Choro, antecedida apenas por Chiquinha Gonzaga.
Dentre os belos sambas, valsas e choros que compôs, destacam-se:
- Dois namorados
- Chora coração
- Obrigada Goiás
- Bordões ao luar (nome que foi escolhido pelo poeta Vinícius de Moraes)
- As valsas: Sorriso de Bueno, Cavalo marinho e Carmélia.
A musicista faleceu no estado de Goiás em 1983."
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segunda-feira, 21 de maio de 2012

"The Performance That Changed My Life"




por "Dave"
Extraído de:
http://victimofthetime.blogspot.com.br/2007/07/performance-that-changed-my-life.html
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This is for Emma's blog-a-thon, if you didn't know, and you should get on over there and read all the other posts, after you've read this one.

I thought long and hard about who to write about here, the major problem being that I couldn't think of anyone- sure, there are a ton of performances that I love, but could I really honestly say that any of them changed me? (I take things very seriously as you see.) I didn't think I could. Until my brain finally looped round to a performance that it always went to, a seminal moment in my film-watching canon. It's a distinctly unconventional and even obscure choice, but be sure it's one that surprised even me in the way it affected me and stuck in my head. And here it is...

Jodhi May as Alice Munro
in
The Last of the Mohicans (Michael Mann, 1992)

Let's get one thing clear first. I don't like The Last of the Mohicans. I think it's boring and long and visually dull (although that may be the video copy we own, for some unknown reason). And, for most of the film, I barely even noticed that Alice Munro even existed, sidelined as she is as the sister of lead character Hawkeye's (Daniel Day-Lewis) love interest Cora (Madeleine Stowe). Various native American parties are assisting on either side of the colonial French-British battle in colonial America (why, I'm not sure), and Hawkeye is an independant man reared as a Mohawk who ends up, with two friends, guiding these sisters through various difficult and dangerous situations (including one sequence involving a canoe chase which is about the only excitement I got out of the vast part of the film). Naturally, Hawkeye falls for Cora, but what interests us here is what's going on in the background.

This is never exactly made clear, and it took reading after seeing the film to clear up what had actually been going on. As the film nears the end, the group progresses up a precarious waterfall, one of Hawkeye's friends, Uncas (Eric Schweig) is killed by the men tracking them, and he falls off the edge of the waterfall. Suddenly, surprisingly, Alice gives a look to her sister and jumps off after him.

Basic description does not do this moment justice. Perhaps what I'm going to say is hyperbolic, but it is also the truth. Have you ever experienced a moment you can't explain, where something affects you in a way you never expected, in a way it will probably never affect someone else, in a way it may not ever affect you yourself again? This is what happened to me here. The look that Jodhi May gave to the camera in that tiny second of film startled me, made my heart stop, made me weep- and I didn't understand why. There had been no build up, no groundwork- it was simply a sudden, unexpected moment. It was overwhelming in its despair, its sorrow, its harrowing hopelessness. I've never had a moment like it since. I've never watched the film again for fear that I would lose the remnants of the feeling. I doubt that you, if you watched it, would feel the same, for I can only feel that it was a once-in-a-lifetime moment. It is MY moment. Is there anyone else in the world who felt so strongly, from feeling so disinterested, in that piece of film? I doubt it, and, more importantly, I hope not.

Jodhi May's performance changed my life because it made me realize that performances don't always need deep groundwork to function, that someone can swoop in for barely a second and be as affecting as three hours of a performance. Jodhi May's performance is emotion in a captured frame, and, in a rare moment of foresight for me, I captured it in a photo. (From my tv, isn't it good!) (Oh, and search google for "Jodhi May Mohicans" and this image, my image, is the first to come up, on my Rotten Tomatoes page. Wicked.)

Watch it. I don't expect you to feel the same, and perhaps you won't have a clue what I'm talking about. But this moment is one that I can honestly say changed me: changed the way I look at film, change the way I understand it, change the way I see emotions. It is one of the few moments of my life that I can't understand, can't explain, can't put down to any earthly description.
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domingo, 20 de maio de 2012

"Ao mestre Artista plástico sergipano Ailton Lima"

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Por José Milton Menezes

Em 10 de setembro de 2011
Trazido de
http://www.homemcriativo.com.br/
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O cenário?!…
Não importa.
A mente humana é uma bomba–relógio de efeito espontâneo ou retardado.
Explode em qualquer cenário ambiental.
Mente equilibrada?! Não existe.
Há casos em que explodimos, por mais equilíbrio que tenhamos.
Para que não ocorram constantes distúrbios espontâneos de implosões ou explosões mentais, torna-se necessário o cultivo do gozo emocional, pois somos essencialmente “animais” sensitivos.
Detemos um maior percentual de percepção visual, seguida da auditiva, olfativa e sinestésica.
A contemplação estética, seguida da reflexão crítica de uma obra de arte ou produto cultural de linha positivista, far-nos-á sentir sensações de tranquilidade e estar em paz conosco (sistema bio-espiritual) com o próximo e com o mundo.
A produção artístico-cultural em qualquer linguagem (dança, literatura, arquitetura, teatro, música, artes plásticas, cinema, vídeo, fotografia…), deve conscientemente ser absorvida por ser tão vital ao nosso sistema orgânico, quanto o mais nutritivo doas alimentos vitamínicos.
Vale lembrar que aquele que percebe e contempla o belo sorri, relaciona-se com facilidade e com o todo natural ou artificial... raramente sente disfunções orgânicas que provoque desequilibre seu psiquê.
Os meios de comunicações emitem informações em linhas de variadas freqüências emocionais.
Cabe a nós, fruidores, seleciona-las, retendo as mais coerentes à nossa percepção crítica, ante o contexto sociológico.
Dentre as propostas culturais que visam passar ao observador mensagens estéticas positivas, podemos citar ( ) um programa com variadas linguagens artísticas, comandado pelo perceptivo( ) que não deixa o astral cair. Nos induz ao gozo visual.
E, quando as células de nosso organismo batem palmas de alegria... e sentimo-nos tão bem que vemos pombas brancas onde quer que estejamos.
A pomba branca é o símbolo da pureza… da paz…
Era o carro-chefe temático das obras de Arte do artista plástico Ailton Lima, quando em vida. Foi um sergipano, professor da Escola de belas Artes da UFBa, Mestre em Arte-Educação pela "The University of Kansas" (EUA), que dedicou sua vida à causa da paz.
Utilizava sua refinada técnica de pastel seco (espécie de giz colorido) sobre papel para tranqüilizar-nos.
Suas figuras humanas, geralmente pintadas em verde, aparecem em preto branco, em respeito ao mestre–artista que se foi para um recanto de paz etérea.
São figuras reflexivas de olhares súplices.
Parecem convidar-nos a uma viagem íntima, ao âmago de nossa paz interior.
Esse magnetismo visual nos induz a embarcar nessas imagens tranquilas, mesmo que tenhamos que transpor os arames farpados da vida…
É o domínio da paz sobre a guerra que nos inclina à reflexão… .

quarta-feira, 11 de abril de 2012

"A Widow's Story: A Memoir" por Sonia Nolasco


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"A Widow's Story: A Memoir"
por Sonia Nolasco
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"Meu marido morreu, minha vida desmoronou", escreveu a autora americana Joyce Carol Oates em seu recém-lancado A Widow's Story: A Memoir. É um relatório em carne viva, com detalhes muito pessoais, de sua perda dolorosa e de seus esforços para sobreviver aos meses que se seguiram à morte súbita do marido, o editor literario Raymond Smith. Eles foram casados 47 anos.

O livro começa em fevereiro de 2008 quando Ray (como o chamavam) é hospitalizado e diagnosticado com pneumonia. Em uma semana ele se recuperou, e já ia voltar para casa. Mas de repente teve uma recaída tão forte que Joyce foi chamada ao hospital no meio da noite. Quando chegou, Ray estava morto. Não de pneumonia. Tinha apanhado uma infecção hospitalar virulenta.

Joyce, totalmente despreparada, reagiu como tanta gente que perde uma pessoa querida de repente: não quis aceitar, culpou-se por não ter chegado a tempo, "Eu não estava lá com ele, para confortar, tocar, abraçar". Perguntou à enfermeira o telefone de uma casa funerária e teve como resposta: "Procure nas Páginas Amarelas". Pela primeira vez, Joyce sentiu-se desamparada.

Mais tarde, ao recomeçar seu diário, como que por instinto separou os diversos aspectos da sua personalidade, entre eles a escritora e a viúva. Passou a se referir a Joyce Carol Oates, JCO, como a autora capaz de tomar notas para um livro, e, a ela mesma, como viúva, Joyce Smith, incapaz de escrever sequer "Obrigada" num cartão aos amigos que tinham mandado condolências.



Joyce descobre que a dor profunda pode causar uma crise de identidade. "É verdade, eu era escritora. Mas agora não sou. Agora não sou coisa alguma. Legalmente, sou 'viúva'. Além daí, não tenho certeza de existir". Adiante, referindo-se à famosa autora: "JOC não é uma pessoa, nem mesmo uma personalidade, mas um processo que resultou numa sequência de textos".

Chocada com a descoberta de sua dualidade, Joyce confessa que não entende como levou uma vida serena ao mesmo tempo em que criava personagens complexos, sombrios, até perversos, em enredos repletos de violência e sexualidade.

Seu refúgio passa a ser a própria cama, no lado que Ray ocupara. Ali, Joyce tenta recuperar o passado recente escrevendo notas em pedacinhos de papel. Aos poucos reuniu o que se tornaria o livro mais confessional e mais pungente que JCO, como ficcionista, jamais ousou produzir.

No mundo literário, foi surpresa que ela descrevesse de forma tão visceral a maneira como enfrentou a morte do marido. Joyce Carol Oates, 73, é considerada um fenômeno de produtividade, a mais prolífica dos autores americanos. Publicou cerca de 120 livros: mais de 50 romances, 34 coletâneas de contos, e centenas de ensaios e resenhas literarias, além de noveletas, peças de teatro, e livros para crianças.



Mas Joyce não abordava temas pessoais. Entretanto, naqueles meses sombrios de 2008, a não-ficção surgiu naturalmente. É seu primeiro memoir. A prosa é bastante diferente do seu estilo em ficção ― compacto, seguro, e cuidadosamente editado. No memoir, palavras e ideias se repetem demais; frases desconexas se atropelam; traços e vírgulas proliferam; sentenças não terminam, se esvaem em pontinhos.

As características mais relevantes da obra de Joyce ― sutileza, percepção, e humor mordaz ― exibem nesse relatório de vida e morte, amor e dor, um retrato honesto da autora. Seu memoir revela não só uma pessoa extremamente inteligente, mas também muito fragil e transtornada.

Joyce não escreveu sobre seu longo casamento, mas sobre os demônios que a perturbaram no final da jornada. A autora casou-se aos 22 anos de idade; Ray tinha 30. Os dois estavam ainda na universidade; conheceram-se e casaram em três meses, e foram felizes para sempre.

Segundo Joyce, foi um casamento baseado em ternura, devoção mútua, cuidado um com outro (Joyce o protegia de tudo que fosse "perturbador, deprimente, desmoralizante"). Não brigavam. Não procuravam muito a companhia de outras pessoas. Não bebiam nem fumavam. Gostavam de ler, escrever, cultivar o jardim, ouvir música, jantar juntos. Ela descreveu o simples prazer que era compartilhar o cotidiano com seu marido, e finalizou: "Perdi a felicidade da vida doméstica, sem a qual os pequenos, ou até colossais triunfos da 'carreira' são superficiais". Sua grande preocupação é não saber viver sem Ray.

Curiosamente, há um ano ela se casou de novo, com um neurocientista que pouco tem em comum com o meio literário. Segundo dezenas de perfis de Joyce e Ray, publicados nos últimos 40 anos, o casal era amoroso e muito tradicional. Mas, nessa obra, o leitor é informado de certas lacunas misteriosas.

Joyce declara que Ray nunca leu seus romances: "Leu alguns de meus ensaios e resenhas. Ray era excelente editor. Mas não leu a maioria de minha ficção. Isso poderia indicar que Ray não me conheceu inteiramente ou, até, num grau significativo, parcialmente. Por quê? Houve várias razóes. Acho que me arrependo disso".

Seu arrependimento principal é não ter lido os originais do único romance, inédito, de Ray. No início do casamento, ela conta, Ray estava trabalhando num romance, Black Mass, começado antes dos dois se encontrarem. Joyce nunca pediu para vê-lo. Após a morte de Ray, e muitos dias de depressão e insônia, ela leu o manuscrito.

Deparou com fatos que desconhecia de Ray. Segredos constrangedores. Teria sido uma espécie de autobiografia? O personagem principal é um padre que enfrenta o desafio de renunciar à sua vocação e casar-se com uma jovem e talentosa escritora que precisa de proteção. Diante disso, Joyce se pergunta: "Terei eu realmente conhecido meu marido? E até onde permiti que ele me conhecesse?".

O relato sincero de Joyce mostra Ray como um marido doméstico que jogava o lixo fora, cuidava do jardim, ficava em casa enquanto JCO viajava para fazer conferências ou promover seus livros. No quase anonimato, Ray facilitou a carreira brilhante de Joyce, permitiu que ela desse vazão à sua enorme criatividade.

O leitor então percebe que, de fato, Ray não poderia competir com ela. Não saberia editar a ficção de JCO. Mas fez muito mais ao sacrificar uma possível carreira para ser o companheiro protetor do qual Joyce tanto dependia.

Cada viúva, viúvo, que ler A Widow's Memoir (Editora HarperCollins, 415 págs., US$27.99) certamente vai se reconhecer na angústia de Joyce. O texto tem o mesmo tom melancólico que permeia a maioria de seus romances. Mas, aqui, a emoção completamente solta de Joyce parece denunciar a enormidade da dor que se sente com a perda do cônjuge. Isso talvez choque aos que preferem emoções contidas, mas alivia os muitos outros.

As declarações da autora sugerem que sua vida interior é tão tempestuosa e sofrida quanto a de dezenas de seus personagens. É impossível não se comover com a descrição de Joyce dela mesma ajoelhada no chão do banheiro, procurando, desesperada, a pílula de antidepressivo que caiu.

Fácil se identificar com as situações de frustração, raiva, desnorteamento, e até humilhação que afligem a mulher que acaba de perder o marido. Ao mesmo tempo, é animador poder rir com a fúria de Joyce ao passar aspirador de pó na casa inteira só para quebrar o silêncio, e ao descobrir que seu gato urinou no atestado de óbito de Ray.

A tristeza de Joyce se mistura a sentimentos confusos de remorso e "culpa devastadora". Por que deixou Ray num pequeno hospital, em Princeton, e não o levou a outro mais sofisticado, em Manhattan? Com rancor, dirige-se a Ray: "Você arruinou nossa vida!". Viver lhe parece insuportável. De repente, sua vida deixou de ter significado. Fora-se o homem que era o centro de seu mundo. Joyce perdeu o desejo de continuar a jornada sozinha. Só conseguia dormir com tranquilizantes; não tinha apetite algum; e sentia seu espirito de luta definhando na medida em que a vontade de se suicidar parecia cada vez mais atraente: "Suicídio promete uma boa noite de sono, sem interrupções. E sem dia seguinte".

Naqueles momentos negros, o que salvou Joyce foi sua habilidade de se transformar em JCO, a autora, apenas. Passou a viver o personagem, uma escritora com a missão de anotar os acontecimentos, e planejar o que ela sabia fazer melhor, um livro. Nas anotações diárias, foram tomando peso suas grandes amizades, e a paciência com que a ajudaram a atravessar aqueles primeiros meses. Um dia Joyce até observou o humor no conselho da escritora Gail Godwin: "Sofre, Joyce. O Ray merecia". Seu próprio senso de humor renasceu: "Estou pensando em imprimir numa camiseta, 'Sim, meu marido morreu. Sim, estou muito triste. Sim, é muito simpático você me oferecer condolências. Agora, vamos mudar de assunto?'" .

A memória de Joyce é excepcional. A estrutura do livro lembra um caderno de recordações de adolescente. Fatos e sentimentos se alternam abruptamente: entre trechos de e-mails e de cartas de simpatia, reflexões, memórias do passado distante, cenas recentes relembradas em detalhes, visões alucinatórias, o obituário publicado no New York Times, Joyce interpreta (em itálicos) a voz da "viuva", na terceira pessoa, para se distanciar do que confessa sobre sua culpa, para criticar os médicos, e extravasar a irritação que lhe causam as cestas de frutas e alimentos (presente de condolências, em pequenas comunidades dos EUA): "Por que me mandam isso? Será que pensam que chocolate com trufas, patê de foie gras e linguiça picante vão aliviar meu luto?".

A morte de Ray Smith, 77 anos, editor do jornal literário Ontario Review, ocupa cerca de 60 páginas do livro. O que acontece depois? Esta também é a pergunta da autora. Ela explora o infinito do depois. Em 2005, um memoir semelhante, Year of Magical Thinking, de Joan Didion, tornou-se best-seller, muito admirado pelo tom antissentimental e por sua concisão (227 paginas). Em contraste, o de Joyce é esparramado e parece ter sido elaborado rapidamente, sem folêgo, as frase separadas por tracinhos em vez de ponto, repletas de palavras em itálico e pontos de exclamação em série. O sucesso do livro de Joyce (já nas listas de mais vendidos) sugere que quem perdeu o conjuge recentemente prefere assim, porque repercute o caos emocional de sua vida.

O que separa o memoir de Joyce do de Joan Didion é a possibilidade concreta de final feliz: um belo dia, geralmente quando ela está envolvida numa tarefa costumeira, a viúva percebe que a vida seguiu seu curso normal, e esse poder da vida, sozinho, alivia o sofrimento. Para Joyce, aconteceu quando ela limpava um entulho antigo e achou os brincos que tinha perdido. No epílogo do memoir, ela escreveu: "Esta é minha vida. Absurda, e ainda assim imprevisível. Não é absurda porque imprevisível, mas imprevisível porque absurda. Perdi o significado de viver, e o amor de minha vida, mas ainda posso encontrar pequenos tesouros no lixo".

Para ir além.

Sonia Nolasco
Nova York, 4/4/2011

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Importado de:
"Digestivo Cultural"
http://www.digestivocultural.com/ensaios/ensaio.asp?codigo=403&titulo=A_Widows_Story:_A_Memoir

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